Diario Del Camino De Santiago – Dia 11

Azofra – Grañón
he comenzado el día caminando junto a Jaime, el fue el que propuso cenar todos los peregrinos juntos ayer, dice que en cuanto acabe el camino se va para la India a pasar un tiempo trabajando con la gente de la madre teresa de Calcuta.
En esto que Jaime me dice que se retrasa y yo sigo caminando solo hasta que al cabo de unas horas aparece otra vez. Me dice que durante dos horas al día carga a pulso una piedra de sobre 2 kg. Al preguntarle el motivo, me dice que siempre ha hecho las cosas por algo, y que ahora quiere hacer algo totalmente inútil, además me dice que eso le sirve para hablar con la gente con la que se cruza mientras lleva la piedra. Yo me quedo alucinado, y no le hablo mas del tema, cado uno con su historia. Jaime no es ningún lumbrera, he vivido 3 años en Londres, y algún tiempo en Canadá. Es cocinero y una persona con la que se puede conversar gratamente.
Barbara me dice que en cuanto llegue a Burgos agarra un tren hasta león, pues si no, no la da tiempo para regresar a su trabajo. Así que me comeré yo solo la meseta. Dicen que es lo mas duro. Yo tengo que hacer mi camino y no quiero saltar el tramo mas duro, esos kilómetros y kilómetros de llano donde hay que aprender a cultivar la paciencia. hay seguro que llegare a conocerme mejor. Aunque me gustaría acabar al camino junto a ella. No se, nunca se sabe.


De momento hoy vamos a cenar todos juntos como ayer. El hospitalero es muy amable, nada mas llegar nos invita a un vaso de agua y fruta. Al lado hay una caja de madera en la que hay escrito, entrega lo que quieras y toma lo que necesites. Hay que dormir en el suelo, en unas colchonetas tipo tatami, acá no hay camas.
Afuera hay un parquecito con sombra donde me tumbo a descansar y escribir unas notas.
A la hora de cenar todos colaboramos en cocina de alguna manera, bien preparando la mesa, o pelando patatas. aunque la cocina es pequeña y no nos dejan hacer nada. resulta que en este albergue nos dan de cenar y de desayunar, nos acogen para dormir. solo hay que pagar la voluntad, lo que crea cada uno que es suficiente.


Después de cenar, los peregrinos que quieren pueden pasar a la iglesia, donde hay una sala de oración y se lee el nombre de anteriores peregrinos que pasaron antes por este albergue y que posiblemente llegarían en estas fechas a Santiago de Compostela.
Hay unas 16 poltronas, cada uno se presenta diciendo el nombre y procedencia. yo al decir que soy de Bilbao enseguida me regaña el hospitalero diciendo que ya tenia que estar llegando a Santiago siendo de Bilbao, pero claro, es que no soy de Bilbao Bilbao. Continua

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *