Viaje a Nepal – Phokara – Pagoda de la Paz Mundial
Una turista china se me acerca y me pregunta si soy el profesor de los Niños..
Yo le digo que si para regocijo de los críos que se mean de la risa. Hasta que aparecen los verdaderos profesores para darle las explicaciones pertinentes a la china.
Poco a poco los muchachitos se van colocando en las escaleras debajo del Buda, hay dos chicas que se apartan del grupo y se esconden detrás de un árbol, varios profes las insisten en que regresen para la foto pero ellas no quieren salir en la foto. Y ahí se quedan.
Por fin otros diez minutos después llega el último estudiante y sacan la foto. Yo también les tomo la mía de recuerdo.
Al rato los niños se van, algunos se despiden de mí, solo quedan dos parejas de visitantes en el recinto.
Como hace tan buen tiempo me doy una vueltas por los alrededores.
La vista de la cordillera con esos Annapurnas y con el lago debajo es especial, es uno de los lugares más bonitos en los que he estado.
Después de grabarme ese lugar en la cabeza y tomar fotos desde todos los ángulos me despido de la pagoda de la paz mundial. La pagoda está bien, pero las vistas son para no olvidar.
Voy bajando caminando en dirección al lago por una ruta de escalones tallados en la roca que me recuerda a la subida a Machupicchu desde aguas calientes. Hace mucho calor. Estoy rodeado de bosque y voy bajando suave, intentando impregnarme de la belleza del lugar.
Ya en la orilla del lago compro un billete para que un bote me deje en el otro lado del lago. Como estoy en un callejón sin salida me cobran caro, y para no voy a regresarme por donde vine.
Una señora mayor se acerca con su bote, trae a un pasajero. El jefe no la deja ni descansar y en cuanto el pasajero se baja enseguida me dicen que suba al bote. Y la viejita vuelta Patras. Va remando despacito y tosiendo mucho. Yo voy delante en el bote pensando que acá las mujeres trabajan mucho. Ayer caminando por Phokara vi en una obra de construcción a dos mujeres trabajando en la obra, iban cargando cestas llenas de piedras de rio que sujetaban con la frente y que un hombre se las llenaba hasta arriba. Las trasladaban desde el camión a la obra. Pufff.
Algunas veces que he salido a la calle de madrugada ya se ven mujeres trabajando en el frente de su casa, sobre todo cosiendo con máquinas de coser Marca Usha, tejiendo, y hasta haciendo ovillos con una rueca.
Según me explico Suyash – el amigo guía que habla español con el que fui a conocer el reino de Bhaktapur – el me explico que la gente hace mayormente la vida fuera de la casa, la casa es para dormir, los baños están fuera, al igual que la cocina. Sacan las sillas a la calle y allí se quedan viendo la vida pasar. Yo lo he visto. Mujeres sentadas frente a su casa peinándose y preparándose para salir. También cocinando y casi siempre lavando a mano.
Pokhara pertenece a los lugares elegidos por la naturaleza. Sin embargo, no es muy visitado por la mayoría de los viajeros que llegan a Nepal, que generalmente se conforman con visitar los alrededores de Katmandú. Entre 1959 y 1962 llegaron a Pokhara más de 300.000 refugiados tibetanos, muchos de ellos siguen aquí.
La sombra que le dan los Annapurnas y la serena belleza del sagrado lago Phewa crean un increíble paisaje que es necesario recorrer con calma. Para los amantes de la montaña, desde allí salen el trekking más famoso del Mundo. Este trekking es un circuito que requiere de entre 14-25 días que recorre dos de los valles más profundos de Nepal. El valle del río Gandaki y el del río Marshyangdi, rodeados por montañas de 7.000 y 8.000 mtrs.
Ahora acá en Phokara hay racionamiento de luz. La quitan desde las 8 de la mañana a las 5 de la tarde.
Cuando la pregunto a la dueña de la posada por el tema de la luz o la light me dice… bienvenido a Nepal. Pensaba que me iba a decir que una iguana se comió el cable de la luz.
Me doy un bañito con agua caliente, salgo a cenar algo y me voy a la posada a descansar un rato. Si es que esto es un no parar.